29 de octubre de 2014

INFORME Elusión tributaria: el caso Yanacocha

“Inflación mañosa de sus costos habría permitido que Yanacocha haya dejado de pagar, sólo en el año 2013, US$ 136 millones en impuestos”.
  Raúl Wiener
 
Texto publicado en el Semanario Hildebrandt en sus trece, el 17 de octubre de 2014 Yanacocha habría inflado sistemáticamente sus costos contables con la finalidad de reducir su contribución tributaria en el período en el que los precios del oro llegaron a los más altos picos en el mercado internacional. En una investigación que hemos realizado junto con el CPC Juan Torres Polo, que acaba de ser presentada en el Foro Internacional sobre Flujos Financieros Ilícitos, al que acudí con permiso del hospital en el que me encuentro confinado, se concluye que la Empresa Minera Yanacocha, habría dejado de pagar impuestos por el procedimiento de aumentar artificialmente sus costos en un monto que llega por lo menos a US$1,186,787,957, a lo largo de su período de operación, especialmente desde que se inicia el boom de precios internacionales en el año 2006.

El Estudio además ha concluido que la inversión y gastos referidos al proyecto de Conga (inversión nueva), han sido cargados a las operaciones de Yanacocha y contabilizados antes de las utilidades e impuestos, lo que quiere decir que el Estado y la región han estado dejando de percibir una parte de sus impuestos para financiar el controvertido proyecto. El extremo es que en el año 2013, la minera declaró pérdidas por US$562,307,000, sobre ingresos de US$1,487,327,000, y para sustentar este resultado consignó fuera de sus costos llamémosle “normales” un gasto excepcional de US$1,038,548,000 (que afectaba el 70% de los ingresos) bajo el curioso rubro “Deterioro de activos de larga duración”, que no puede ser otra cosa que la depreciación en un solo año de los activos de Conga (ya que Yanacocha no tiene activos nuevos y está en fase de agotamiento de la veta).

Quiere decir que cuando Yanacocha señala pérdidas por US$700,133,000, y deja no solo de pagar impuestos del año sino que se abre un “crédito fiscal” para los siguientes, lo que está diciendo es que está obligando al Estado y a la región a pagar parte de su propio fracaso con dinero de tributos no cobrados. Y que tal cosa tiene que haber sido sabida y consentida, por la SUNAT, está fuera de toda discusión. Descontando los US$1,038,548,000 del resultado final del año, lo que se habría producido es una utilidad de US$476,241,000 y el impuesto habría sido de por lo menos 136 millones de dólares, a repartir entre el Estado y la región. Pero no hubo nada, precisamente en el año electoral, y probablemente el bache se extenderá a los siguientes años.

Cajamarca, la política, Yanacocha
Santos ha afirmado desde la prisión que la votación del 5 de octubre en su región, ha sido un plebiscito sobre Conga. Creemos que se queda corto. El pronunciamiento cajamarquino va más allá y apunta a que la Yanacocha de Newmont-Buenaventura se retire definitivamente de todas sus posesiones mineras en la región. La gente señala causas fundamentales: contaminación y destrucción del paisaje, estafa y maltrato a los campesinos, manipulación de autoridades y medios de comunicación, provocación y represión contra sus críticos, etc.

Con este estudio estamos agregando por lo menos dos razones claras para declarar como indeseable a esta poderosa empresa. En primer lugar por manipular su contabilidad a través de tiempo, mezquinando al país los beneficios del alza internacional de precios y eludiendo obligaciones tributarias por grandes montos que pudieron ser aplicados a la economía nacional y regional. En segundo lugar, por aparentar que el proyecto Conga continuaba con sus propios recursos, en todo caso sus utilidades de Yanacocha después de distribución, cuando estaban siendo cargados a los costos operativos, administrativos y la depreciación de Cajamarca. Es decir estafaban a la nación y a la región en la cara de Humala y con el ditirambo de El Comercio y todos sus columnistas.

No hay sobreganancias
Desde el año 2006 se discute sobre el superboom de los precios de los minerales y entre ellos del oro. En 1993 el precio de una onza troy era de 376 dólares, que se mantiene en un promedio sobre los 300 dólares en todas la primera década, con algunas pequeñas caídas. Entre 2004 y 2005, el precio se sitúa sobre los 400 dólares. Es el 2006 que se salta a 605 y de ahí para arriba, el 2010 se 1,225 dólares la onza, el 2011 a 1,570, el 2012 a 1,670 y el 2013 a 1,411. Respecto al lejano año 93, el precio del 2006 era casi el doble y el de 2012, cinco veces más.

Los candidatos ganadores de los dos procesos electorales presidenciales entre el 2006 y 2011, recibieron el dato de los altos precios y en un razonamiento simple encandilaron a los votantes con la certeza de que ya sabían de donde sacar plata para sus pretendidas reformas: toda la planta está en las sobreganancias de las mineras, la cosas es hacerlas compartirlas. Eso dijo García y no cumplió (en reemplazo inventó un “óbolo voluntario”) y tampoco hizo ninguna reforma. También lo sostuvo Humala y tampoco hizo lo prometido que era todo el meollo de su supuesta nueva relación con las grandes empresas (inventó el “gravamen minero que era otra cosa, que permitía mover pagos de un lado a otro), y tampoco hizo reforma alguna.

En fin, los dos mentirosos deben haberse notificado una vez en Palacio que eso de las sobreganancias era una hipótesis que no se cumplía en la realidad. El caso de Yanacocha, principal minera del oro, beneficiaria de los superprecios de los metales preciosos, y protagonista de conflictos continuos con la población de Cajamarca, había logrado un milagro al revés. Ahí donde se suponía una ecuación altos precios – costos relativamente estables – altas utilidades – altos impuestos y canon, se producía un corto circuito porque a altos precios le seguían altos costos, utilidades relativamente estables e impuestos sin variaciones significativas. En otras palabras no había sobreganancia, por lo menos en los libros de la empresa.

Para estimar el tamaño del fraude el Estudio Wiener-Torres, hace una comparación entre la evolución de los costos de la segunda minera de oro, Barrick Misquichilca, que opera en Ancash y que mantiene condiciones de operación similares a su competidora: tajo abierto, presencia transnacional, veta superexplorada, contratos de estabilidad, etc. De acuerdo con esto si se aplicaran los costos de Barrick a Yanacocha para el período 2006-2013, lo que se obtendría en ocho años sería un adicional de utilidad de US$2,544,601,213. Lo abismal de la diferencia elimina las probables diferencias sobre costos propio, y deja ver con claridad quela minera Cajamarquina que se proclamaba la mina más barata del mundo ha terminado convertida en la más cara y tramposa con la que podíamos habernos encontrado.

El caso Conga
La lucha inmediata es impedir que se ejecute el proyecto Conga. Esto tiene la implicancia de tratar de evitar que un nuevo yacimiento alargue la presencia de Newmont-Buenaventura, que ya se han burlado demasiado de los campesinos y pobladores urbanos, acompañados de sus plumíferos conocidos, para los cuales lo que pasa en Cajamarca es problema de taradez y de no comprensión de los beneficios de desarrollo que brindaría arrasar las lagunas y llenar los cerros de grandes tajos. Basta ver el impacto de Yanacocha en veinte años de operaciones, llevándose una tras otra 32 millones de onzas de oro transformadas en barras que se exportan al exterior.

No hubo impulso al desarrollo, ni elevación del ingreso de la población y los empleos indirectos propiciados por la mina siempre fueron urbanos y minoritarios. Los trabajadores mineros, por su parte, fueron reclutados de fuera de la región. Los precios que se pagaron por las tierras de los campesinos desplazados por la entrada de la mina, risibles y desinformados. Y ahora podríamos estar en condiciones de decir que a todas sus maldades contra el mundo rural cajamarquino, Yanacocha agrega su condición de elusora de impuestos y de fraude contable para pagar menos impuestos.

Cianuro
Un tema en el que el Estudio aún carece de conclusiones definitivas es el de la producción cianuro. Yanacocha es además de productor de oro y plata, el mayor productor de mercurio del país y. Se calcula que en veinte años se han cosechado un millón de kilogramos de este peligroso producto y según todas las fuentes consultadas la cifra sobrepasa olímpicamente las necesidades de la empresa. Esto significa que se vende fuera. Precisamente el famoso derrame de Choropama, se produce cuando camiones de Ransa trasladaban el producto a otros mercados.

El problema que inquieta es que en ninguno de los balances contables y registros de operaciones de Yanacocha figura a quién se vende, a qué precio y bajo qué documentos de traspaso, traslado y otras. ¿Es esta una elusión adicional con el pretexto del bajo monto en juego?, ¿está habilitando Yanacocha minería ilegal que necesita a gritos el mercurio?, ¿nos quiere tontear como siempre? Vaya uno a saber. Lo importante es que queda líneas de investigación abiertas en la pesada historia del oro cajamarquino.